Estoy seguro que muchos de ustedes se identificarán con situaciones como estas, de vivencias de hace muchos años, de circunstancias parecidas o similares que nos tocó vivir.
Sin embargo, lo que faltaba en lo material lo compensaba el amor y la unidad familiar.
En días cercanos a la celebración del Día de la Madre, el niño pensaba que no era justo no tener nada que darle a su madre de regalo, tanto que ella se sacrificaba por ellos, por lo menos se merecía un detalle de su parte. Pasaba por las calles del comercio y veía en las vitrinas las cosas que le gustaría comprarle a su mamá pero no tenía cómo.
Al caer la noche, triste, apesadumbrado y con la intención de regresar a su casa, ve en su camino una moneda en el piso que brillaba en la oscuridad. La recoge, se devuelve hacia las tiendas que había visto hace unos momentos, entra a la primera que ve, se acerca a la vitrina para preguntarle a la vendedora para que le alcanzaba esa moneda. Entristece de inmediato, cuando le dicen que allí no podía comprar nada con una sola moneda.
Sale de la tienda y se da cuenta que al frente hay una floristería, con la esperanza de que allí la moneda sí le alcanzará para un regalo, entra y le pregunta al dueño del negocio:
"Señor, ¿qué puedo comprar con esta moneda? ¿Me alcanza siquiera para una flor?"
El propietario se le acerca y le dice:
"Espérame aquí un momento, iré a ver para qué te alcanza esa moneda"
Al rato, el dueño regresa con un ramo de rosas rojas con su lazo plateado.
"Ahora si me puedes dar la moneda. Justo tenía esta oferta y valen lo que tienes ahí. Menos mal que llegaste justo a tiempo."
El niño le da las gracias, le paga, se despide y sale brincando de alegría.
Más tarde, el dueño de la floristería le cuenta a su esposa lo sucedido:
"Imaginate que esta mañana antes de abrir, sentí un impulso por guardar una docena de rosas para un obsequio especial, no sabía porqué, pero lo hice. ¿Y sabes qué? Antes de cerrar el negocio, un niño entró con la intención de comprarle una flor a su mamá con una sola monedita que traía. Y ese niño era como yo hace muchos años, cuando no tenía nada con que comprarle un regalo a mi madre. Pero hoy entendí que esa corazonada vino de Dios para que yo le diera esas rosas a ese niño, que él se fuera feliz y que también hiciera feliz a su mamá"
Muchos de nosotros, cuando llegan fechas especiales, nos sentimos presionados para darle un regalo a nuestros familiares, y está bien que así sea, si tenemos la manera, la facilidad para hacerlo.
Pero sin ser la fecha especial de nada, qué tal si le damos algo a alguien que no es de tu familia, a alguien que jamás hayas visto, a alguien que tenga una necesidad, tenderle la mano comprandole los que nos ofrecen en la calle (pulseritas, almanaques, lápices, libros para colorear, etc.) sin regatearles el precio, sin pedirles descuento.
Que mala costumbre tenemos que a personas humildes les pedimos descuento por lo que ofrecen, y su necesidad hace que cedan con tal de ganarse algo.
Mateo 25:40 dice:
Te invito en estos tiempos de necesidad de mucha gente a ayudar, a apoyar, a regalar, a dar de lo poco o mucho que tengas, hazlo de corazón, libre de cualquier intención y Dios que está en los cielos lo verá.
A continuación la canción que les comparto en el día de hoy:
Qué bueno en estos tiempos poder apoyar los que venden para llevar sustento a sus familias. Salgo a la calle y son muchos. Ahora compro los huevos a un carro que se parquea frente a mi casa a vender sus cubetas de huevos y eso me da felicidad. También soy vendedora
ResponderEliminarNunca dejemos de ayudar alque lo nesecita de verdad lo que nuestro corazón nazca ese espíritu de humildad y franqueza amen🙏🏻🙏🏻❤️❤️
ResponderEliminarHermosa historia para compartir! Vinimos al mundo a servir!
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