sábado, 11 de julio de 2020

Si te exprimen ¿qué saldría de tu corazón?



Un conferencista es invitado a dictar una charla ante un grupo de estudiantes universitarios, al llegar, ve un auditorio totalmente lleno, lo cual lo hace sentir muy bien, "que bueno que mi charla despierte tanto interés", piensa él.

Sube a la tarima, coloca su portafolio sobre una mesa, lo abre y saca de allí una naranja. Luego se dirige hacia uno de los jóvenes de la primera fila y le hace la siguiente pregunta:

- "Sí yo exprimiera esta naranja, ¿qué saldría de ella?

- "Pues jugo!" - le contesta el joven.

- "Pero jugo de qué?" - le pregunta el conferencista.

- "Pues de naranja!" - vuelve a afirmar el joven.

- "¿Y por qué no saldría jugo de mango o de mandarina?" - vuelve a preguntar el maestro.

- "Porque es una naranja, las naranjas dan jugo de naranja" - respondió un poco contrariado el joven.

- "Dígame entonces por qué cuando yo exprimo una naranja sale jugo de naranja?" - pregunta nuevamente el conferencista.

- "Porque eso es lo que tiene adentro" - dice el joven.

- "Ok, estamos de acuerdo" - dice el maestro. - "pero qué pasaría si suponemos que la naranja eres tú y alguien viene y te aprieta, te exprime, y que para hacerlo te comienza a decir cosas que no te gustan, que te ofenden, te presiona. ¿Dime que sale de tí?"

- ¿Será que sale ira, odio, rabia, amargura, miedo, temor? - sigue diciendo el conferencista. - ¿Por qué sale esto?

- "Porque eso es lo que hay dentro" - responde el mismo joven.

¿Qué sale de tí cuando te presionan? 

Si, te pregunto a tí que estás leyendo esto...

¿Te has puesto a pensar que puede salir de tí si te exprimen?

Si alguien dice algo de ti que no te gusta y lo que sale de ti es temor, o rabia, o ira, o resentimiento, o miedo, o angustia, o ansiedad, eso es lo que tienes dentro de ti.

Eso no es por culpa de los que te presionan (tu jefe, tu esposa, tu socio, tu madre, etc.), es culpa tuya que dejas entrar a tu corazón esas sensaciones, lo que dejes entrar depende de ti.

Mateo 15:18 dice:

"Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre"

Lucas 6:45 dice:

"El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca."

¿Qué salió de la boca de Jesús nuestro Señor cuando lo escupieron, cuando lo maltrataron, cuando lo hirieron, cuando lo insultaron, cuando le dieron latigazos, cuando lo humillaron, cuando lo criticaron...?

Solo salieron palabras de perdón y de amor...

Pidamosle a Dios que nos ayude a devolver amor a quienes actúan así contra mí, contra ti. Que podamos vivir cada día, cada circunstancia siguiendo el ejemplo que Jesús nos da a través de la Palabra.

Si estás viendo el video de este mensaje en este momento cierra tus ojos y ora conmigo así:

"Señor, hoy te pido que llenes mi corazón de ese amor que Jesús demostró por quienes lo acusaron y crucificaron, te pido que me des la capacidad de perdonar a todos quienes en algún momento lleguen a ofenderme, a herirme, a ultrajarme, a aprovecharse, o a quienes ya lo hicieron Señor.

Ayúdame a ser débil para que tu amor sea todo lo que necesite, porque como dice tu Palabra, tu poder se muestra plenamente en mi debilidad. Porque cuando yo no puedo, Tú eres el que puede. 

No dejes que mi corazón se llene de sentimientos de venganza, de odio, yo no quiero que de él brote nada de eso. 

Gracias Señor, porque reconozco que soy débil, reconozco que he tratado de resolver y de luchar con mis fuerzas, de batallar yo solo, pero reconozco que esa no es la manera, te necesito a tí a mi lado.

Necesito que tu amor esté en mí y que pueda testificar ese amor donde quiera que vaya. Perdóname, porque he fallado y he pecado.

Estoy seguro Señor, que si te tengo a tí, todo cambiará para bien.

Te lo pido en el nombre de Jesús,

Amén.



domingo, 5 de julio de 2020

El significado de la paz




Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.

Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, el vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido...

El Rey escogió la segunda...

- "Porque", explicaba el Rey, "paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que, a pesar de estar en medio de todas estas cosas, permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."

Esto es lo que nos enseña Dios, que a pesar de las circunstancias, a pesar de las pruebas, a pesar de las tormentas y los truenos que rodean nuestra vida, en los brazos de Él podemos estar en calma, en paz. 

Al igual que el pajarito en su nido, en el cual estaba seguro que nada le pasaría, aún rodeado de torrentes de agua, bajo un cielo furioso y montañas escabrosas.

Respecto a la paz, Filipenses 4:7 nos dice lo siguiente:

"Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús."

Estando con Dios, viviremos en paz aún en medio de las pruebas, aún en medio de la tormenta, aún en medio de las dificultades. 

Se acuerdan del artículo que escribí hace unos días sobre Pablo el hombre de las adversidades? Allí les contaba como Pablo estando preso, sufriendo persecuciones e incluso brutales golpizas que menguaban su salud, vivía en constante contentamiento, fortalecido por la fe en Cristo.

Esa era su paz, ese era su nido detrás de una caída torrentosa de agua, Jesucristo era su resguardo.

Te invito entonces a pedirle a nuestro Padre Celestial que nos resguarde de toda adversidad, y que si estamos en medio de una prueba, fortalezca nuestra fe.

Mi canción para el día de hoy es:





viernes, 3 de julio de 2020

¿Cuánto vale un hijo?




El amo de la joyería estaba tras el mostrador mirando distraídamente la calle. La puerta se abrió y entró en la tienda una niñita que se acercó y apretó su cara contra el vidrio de la vitrina donde estaban expuestas diversas joyas y collares. Sus ojos brillaron al ver un determinado objeto.

- “¿Me puede enseñar el collar azul, por favor?”, le preguntó al joyero.

- “¿El collar de turquesas?”, dijo éste.

- “Sí, señor, ese mismo. Es para mi hermana. ¿Me podría hacer un paquete bien bonito?”

- “¿Cuánto dinero tienes, niña?”, le preguntó el hombre.

Sin dudarlo ella sacó del bolsillo de su ropa, un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Colocó el contenido de monedas encima del mostrador y dijo feliz:

- “¿Verdad que es bastante? Son todos mis ahorros. Quiero hacer un regalo muy especial a mi hermana porque desde que mi madre murió ella cuida de mí y de mis hermanos y nunca se queja. Este collar tiene el color de sus ojos.”

El joyero cogió el collar delicadamente, lo puso en una cajita y lo envolvió con gusto haciendo un hermoso lazo para acabar su paquete.

- “Toma niña. Llévalo con cuidado y que tu hermana sea muy feliz.”

La niña se fue contenta, saltando calle abajo. Aún no había acabado el día cuando una linda jovencita de cabellos rizados y unos bonitos ojos azules, entró en la tienda . Colocó sobre el mostrador la caja con el collar de turquesas y preguntó:

- “¿Este collar fue comprado aquí?”

- “Sí, señorita.”

- “¿Me puede decir cuánto costó?”

- “Ah, señorita”, repuso el joyero, “el precio de cualquier producto de mi tienda es un tema confidencial entre vendedor y cliente.”

- “Pero señor”, continuó la joven, “mi hermana no tenía dinero para comprar este collar. Porque este collar es verdadero ¿verdad?”

El hombre tomó el estuche y lo envolvió de nuevo, con sumo cuidado, devolviéndolo a la joven:

- “Señorita”, dijo, “su hermanita pagó por el collar el precio más alto que cualquier persona puede pagar: dio todo lo que tenía.

El silencio llenó la pequeña tienda y dos lágrimas rodaron por la cara emocionada de la joven, a la vez que una sonrisa iluminaba su rostro. Dando las gracias, sus manos tomaron el paquete con el collar por el que su hermana había dado todo lo que tenía.

Y yo te pregunto: ¿Cuánto vale un hijo?

No tiene precio ¿Verdad? 

¿Será que vale todo lo que tienes?

¿O mucho más que eso?

No se si tengas hijos o no, pero yo que si tengo, puedo decirte que vale mucho más de lo que tengo o pueda tener, su valor es inmedible, no se puede valorar. 

¿Y si fuera tu único hijo?

Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac, así de grande era su amor por Dios.

Puedes leer la historia en Génesis capítulo 22

Romanos 5:7-8 dice:

"Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros."

¿Te imaginas? 

¿Recuerdas lo que escribí hace unos días sobre el hijo unigénito y la adopción de nosotros como hijos de Dios?

Allí te cité lo que dice la Palabra de Dios en Juan 3:16

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda más tenga vida eterna"

¿Cuánto pagó Dios por nosotros?

Te invito a escuchar la canción de hoy:





¿Hueles a Sándalo?




El abad de un monasterio del remoto Tíbet era un hombre muy anciano, pero con gran lucidez mental y notable energía.

En el monasterio había un buen número de novicios de las más diversas edades, así como algunos monjes. Bajo el límpido cielo azulado de la altiplanicie, en el reconfortante silencio de las montañas, novicios y monjes recitaban las escrituras, practicaban meditación y efectuaban las ceremonias litúrgicas. Pero había dos monjes que a menudo evitaban su presencia en estos actos y se dedicaban a charlotear sobre trivialidades.

El abad era un hombre muy paciente y, aunque era consciente del proceder de sus discípulos, nada decía. Prefería dejar pasar el tiempo para ver si los jóvenes, por ellos mismos, comprendían lo equívoco de su actitud. Era un lama comprensivo y que no coaccionaba a los aspirantes. Pero el tiempo discurría con la facilidad con que las nubes cruzan por el cielo, día tras día, en aquél recoleto lugar apartado del mundanal ruido. Los monjes persistían en su proceder y en verdad que cada día se iban tornando más abúlicos y ya apenas asistían a ningún oficio ni leían las escrituras ni practicaban la meditación.

El abad hizo llamar a los dos jóvenes y les atendió en su propia celda. Dijo en un tono afectivo:

- "No os puedo seguir ocultando que me duele ver día a día cómo consumís vuestra vida sin tratar de acercaros a vuestra naturaleza iluminada. Os habéis vuelto unos indolentes. No quiero reprenderos, porque cada persona debe responsabilizarse de sus actitudes, pero soy vuestro maestro y tengo que advertiros de que os habéis dejado ganar por la negligencia."

Los jóvenes se quedaron pensativos durante unos instantes. Miraron al venerable lama y vieron en su rostro surcado por las arrugas de la ancianidad cuánta paz y compasión se reflejaban. Olía a incienso y a través del ventanuco se podía contemplar el cielo azul turquesa. Detrás del lama, en uno de los muros de su austera celda, había una pintura de Buda en meditación. Uno de los jóvenes dijo:

- "Pero, venerable lama y respetado maestro, tú nos diste la iniciación. ¿No es suficiente para que, con el poder que nos transmitiste con la iniciación, podamos evolucionar? ¿No basta ese poder para que vayamos aproximándonos a la mente iluminada, al Nirvana?"

El anciano guardó un silencio perfecto. Los jóvenes se postraron ante él y abandonaron la angosta estancia. Pasaron unos días y he aquí que una hermosa mañana el venerable lama colocó en las manos de cada uno de los jóvenes un frasquito herméticamente cerrado que contenía el oloroso perfume de sándalo. Les dijo:

- "Colocad el esenciero en vuestra celda."

Los monjes, extrañados, dejaron el esenciero en las respectivas celdas. Si el lama así lo solicitaba, por algo sería. Y transcurrieron algunas semanas. Cierto amanecer, el abad se acercó a los monjes que, como era habitual en ellos, estaban holgazaneando, y les dijo:

- "Haréis penitencia. Os quedaréis en vuestra celda encerrados durante tres días, en ayuno."

- "Pero, ¿por qué?", protestaron perplejos los monjes.

- "Porque no oléis a sándalo."

- "¿A sándalo?", preguntaron cada vez más consternados.

- "Sí, a sándalo", dijo con firmeza el abad. "Os di un esenciero con sándalo y ningún día he apreciado que oláis al mismo."

- "Pero... ¿cómo vamos a oler a sándalo si el frasquito que nos diste lo hemos tenido cerrado? ", replicaron.

El abad, desde sus ojos profundos y elocuentes, les miró en silencio unos instantes. Luego rompió el amable silencio del amanecer para decir:

- "Además de holgazanes e indolentes, sois unos necios. ¡Claro que no podéis oler a sándalo, puesto que aunque os he obsequiado con el sándalo de mejor calidad, está herméticamente cerrado en el esenciero! De igual modo, os dí la iniciación más poderosa, pero en lugar de utilizarla y desplegar su poder en vosotros mediante la meditación, os habéis abandonado a vuestra indolencia. ¿De qué sirve que os haya obsequiado con el mejor sándalo si no lo habéis usado? De la misma manera, ¿de qué sirve que os diera una poderosa iniciación si con vuestra holgazanería habéis dejado que se extinga su llama?"

El día que hiciste la oración para recibir a Cristo, recibiste al Espíritu Santo. Fue el día en que decidiste seguir a Jesús, fue el día en que te convertiste en hijo de Dios.

Dime algo, ¿ya abriste el frasco de sándalo? ¿Sí hueles a sándalo? 

Lucas 4:18 dice:

"El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos"

Marcos 16:17-18 dice:

"Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán."

Te invito a esparcir el aroma de tu frasco de sándalo.

Mi canción para hoy es: 


 

jueves, 2 de julio de 2020

Yo estoy aquí de paso - Oración para Provisión




En el siglo pasado, un turista americano visitó al famoso rabino Chofetz Chaim...

Y se quedó asombrado al ver que la morada del rabino consistía, sencillamente, en una habitación atestada de libros. El único mobiliario lo constituían una cama, una mesa y una banqueta.

- "Rabino, ¿dónde están sus muebles?", preguntó el turista.

- "¿Dónde están los suyos?", replicó el rabino.

- "¿Los míos?", respondió, sorprendido... "pero si yo sólo soy un visitante... estoy aquí de paso", dijo el americano.

- "Yo también", dijo el rabino.

Esta es la palabra que nos da el Señor relacionada con la historia anterior.

Mateo 6:19-21

“No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”

Y no quiere decir que debemos vivir como el rabino, en completa y total austeridad, solo quiere que pongamos nuestro corazón en el tesoro que verdaderamente vale la pena. 

Si tu corazón está en las cosas equivocadas, esta categorización es para tí:

- Necio: La ansiedad te invade cuando de necesidades materiales y acumulación de riqueza se refiere

- Avaro: Primero el dinero, segundo el dinero y tercero el dinero.

-Infiel: Tu confianza en Dios se ve desplazada al confiar más en el dinero que en Él.

- Opresor: Obtienes tu riqueza a través o a costa de otras personas sin importarte su bienestar.

Mateo 6:33 dice: 

"Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”

¿A cuales cosas se refiere Jesús?

Para saber a qué cosas se refiere el Señor, debemos ir unos versículos más atrás, miremos en nuestra Biblia, allí nos habla de vivienda, de comida, de bebida y de ropa.

Y en Romanos 8:32 la palabra nos dice:

"El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?"

Esta es la promesa de Dios, siempre y cuando sepamos cumplir lo que nos pide.

¿Quieres otra promesa?

Mira 2 Corintios 9:8, es maravilloso lo que Dios nos promete allí:

"Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra"

En otras palabras que leí en un libro, esta promesa significa que Dios proveerá con generosidad todo lo que necesitemos. Entonces siempre tendremos todo lo necesario y habrá de sobra para compartir con otros.

De tal manera que si estás viendo el video cierra los ojos y haz esta oración conmigo...

Gracias Dios, por darnos esta promesa de provisión. 
Sabemos Señor que así como alimentas a las aves y vistes a las flores, así de esa misma manera podemos esperar de tí, alimento, techo y vestido.

Ayúdanos Señor a mantenernos en tu camino, a perseverar en tus mandamientos, que la búsqueda de tu reino sea nuestra prioridad en la vida, ya que tú Padre Santo suplirás todas nuestras necesidades.

Enséñanos qué es lo que debemos hacer para acumular nuestros tesoros en el cielo, para que nuestro corazón esté anhelando esos tesoros y no los terrenales Señor. No permitas que nos volvamos necios, avaros, infieles u opresores Señor. Aleja de nosotros esos pensamientos, líbranos Padre de caer en la ansiedad por los bienes materiales, líbranos de llegar a sentar nuestra confianza en el dinero y no en tí Señor, líbranos de la avaricia y de no llegar a oprimir a los demás para obtener lo que quiero.

Te lo pedimos Señor en el nombre de Jesús.

Amén.

Canción para hoy:





miércoles, 1 de julio de 2020

Qué cargas en tu corazón - Oración de protección




Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en
forma desafiante le dijo:

- "Profesor, lo que más me alegra de haber terminado sus clases es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburrida"

El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.

El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:

- "¿Cuando alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?"

El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.

- "¡Por supuesto que no!", contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.

- "Bueno", prosiguió el profesor. "Cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar."

- "No entiendo a qué se refiere", dijo el alumno confundido.

- "Muy sencillo", replicó el profesor. "Tú me estás ofreciendo rabia y desprecio, y, si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo. Y yo, mi amigo, en verdad prefiero obsequiarme mi propia serenidad."

- "Muchacho", concluyó el profesor en tono gentil, "tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa. Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón, pero de mí sí depende lo que yo cargo en el mío."


Hay personas en este mundo que aceptan todo lo que otras personas, resentidas, enfadadas, hirientes, le ofrecen y terminan amargándose la vida, ofendidas, heridas.

Pero además hay otras muy susceptibles, que se resienten por cualquier cosa, actos desprevenidos de otra persona lo toman como si fuera contra ellos, le ponen malicia a lo que no lo tiene, acciones bienintencionadas las toman como afrenta.

Esas personas tienen una armadura demasiado delgada, casi que no tienen piel porque toda palabra que le disparen (sea fuego amigo o enemigo) les pega en el corazón.

Además, duran ofendidas toda la vida, cargan con esa amargura y resentimiento en el corazón por años. 

Pero hay otras, como el profesor de este cuento, que deciden no recibir las ofensas mal hirientes de otras personas, su corazón no carga con la basura de los resentidos, de los violentos, de los agresivos.

Pídele a Dios que te dé una armadura más gruesa para que las flechas y los dardos que te disparen no le peguen a tu corazón. Que te cubra con su armadura, aquella de la cual la Palabra de Dios nos habla en Efesios 6:10-13 que dice:

10 Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor.
11 Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
12 Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.
13 Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza.

Pidamosle a Dios a través de una oración que nos blinde con su armadura:

Señor, Padre amado, gracias te doy por hacerme llegar esta palabra en el día de hoy. Tú sabes cuánto la necesitaba Señor. 

Hoy te pido Señor, que me blindes con tu armadura, que no permitas que mi corazón se hiera, no permitas que me ofenda con los actos de otras personas contra mí o contra mis seres queridos.

Ayúdame a resistir Señor, a ser valiente, a no recibir esas flechas, esos dardos cargados de malas intenciones. Mantén mi corazón libre de toda amargura, de todo odio, de toda ofensa que quieran sembrar en él.

Protégeme con tu armadura Señor, te lo pedimos en el nombre de Jesús.

Amén.

Y aquí mi canción para hoy:

martes, 30 de junio de 2020

Dile adiós a la balsa - Oración para descansar en Jesús

Hola!!!

Como ya bien sabes, puedes empezar viendo mi video o seguir derecho para empezar a leer mi artículo. 

Video: 




Un hombre iba caminando con dificultad por la orilla de un río. Observó que la orilla opuesta era mucho más transitable, pero no podía alcanzarla a nado porque la corriente era muy fuerte. Así que paró, reunió algunas cañas y los materiales necesarios y construyó una balsa. Subido en ella cruzó el río sin problemas.

Una vez llegado a la otra orilla, sintió tristeza al pensar en abandonar su embarcación. Consideraba todo un logro personal haberla construido y le gustaba contemplarla. De modo que decidió cargarla sobre sus espaldas y reanudó su marcha.

Pero, conforme iba pasando el tiempo, sus pasos se hacían cada vez más torpes y lentos. A pesar de que el camino era más fácil, se iba quedando sin fuerzas, y empezó a preguntarse si había valido la pena cambiar de orilla. Tardó tiempo en darse cuenta del desgaste que le estaba suponiendo llevar la balsa a sus espaldas mientras escalaba hacia las cumbres de la montaña.

Finalmente decidió abandonar su carga y se sintió más ligero y más equilibrado.

Este hombre tuvo un apego emocional o material por su balsa, lo cual lo obligó a echarse una carga encima, que a la larga no le trajo ningún beneficio.

Cuántas cargas nos podemos echar encima durante nuestra vida y tardar en darnos cuenta que ésta, en vez de aliviar o facilitar el camino por la vida, lo que hace es entorpecer, retrasar, dificultar nuestra andar.

A veces cargamos con cosas que no nos corresponden, que no son nuestra responsabilidad. Otras veces nos da miedo o temor de descargarnos de algo por el qué dirán. 

Las cargas ajenas son las más comunes, y nos hacemos cargo de ellas por tratar de ayudar a un familiar, a un amigo, a un compañero de trabajo, etc. Pero si te niegas no significa que seas egoísta.

Otras veces, esas cargas ajenas que soportas, sí un día decides no seguir con ellas, el dueño de la carga se resentirá contigo como si ella fuera tu obligación.

Gálatas 6:5 dice:

"porque cada uno llevará su propia carga"

Pero existe un mensaje muy hermoso que nos regala Jesús en Mateo 11:28:

"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados , y yo os haré descansar."

Jesús nos invita a seguirle; para los no creyentes es un llamado a creer en Él y para nosotros los creyentes, es un llamado a que seamos sus discípulos.

Te invito a que hagamos una oración para aliviar nuestras cargas propias y ajenas.

Amado Dios, Señor todopoderoso, Padre nuestro, hoy te pido por todos aquellos que llevamos sobre nuestras espaldas el peso de nuestras cargas, aquellas propias pero también las ajenas. Alivia oh Señor, el peso causado por nuestras culpas, por nuestros pecados, por nuestras malas decisiones, por nuestros remordimientos.

Permite Señor que todo aquel que se sienta cansado y abatido pueda descansar en tí y renueve sus energías, permite Padre que todo aquel que se sienta frustrado y decepcionado se alimente de tu Espíritu, permite Dios Santo que todo aquel que se sienta perdido y desorientado encuentre en tí su camino. 

Acepta Señor nuestro sincero arrepentimiento, perdona nuestros pecados, aligera nuestra carga, aceptamos tu yugo Señor, porque como dice tu Palabra "porque mi yugo es fácil y mi carga ligera". Te lo pedimos Señor en el sagrado nombre de Jesús de Nazareth.

Amén





 

 

domingo, 28 de junio de 2020

Las ataduras del miedo

Hola!!!

A partir de hoy te voy a brindar dos posibilidades, la primera es que este mensaje lo puedas leer como todos los días en este blog para lo cual solo debes seguir desplazándote hacia abajo y la segunda es que lo puedas ver en mi canal de YouTube dando clic al siguiente enlace: 




Un viajero muy cansado llegó a la orilla de un río. No había un puente por el cual se pudiera cruzar. Era invierno y la superficie del río se hallaba congelada. Oscurecía y deseaba llegar pronto al pueblo que se encontraba a poca distancia del río, mientras hubiera suficiente luz para distinguir el camino. Llegó a preguntarse si el hielo sería lo suficientemente fuerte para soportar su peso.

Como viajaba solo y no había nadie más en los alrededores, una fractura y caída en el río helado significaría la muerte; pero pasar la noche en ese hostil paraje representaba también el peligro de morir por hipotermia. Por fin, después de muchos titubeos y miedos, se arrodilló y comenzó, muy cauteloso, a arrastrarse por encima del hielo. Pensaba que, al distribuir el peso de su cuerpo sobre una mayor superficie, sería menos probable que el hielo se quebrara bajo su peso.

Después de haber recorrido la mitad del trayecto en esta forma lenta y dolorosa, de pronto escuchó el sonido de una canción detrás de sí. De la noche salió un carruaje tirado por cuatro caballos, lleno de carbón y conducido por un hombre que cantaba con alegría mientras iba en su despreocupado camino. Allí se encontraba nuestro cauteloso viajero. Arrastrándose con manos y pies, mientras, a su lado, como un viento invernal, pasó el conductor con su carruaje, caballos y pesada carga... ¡por el mismo río!

Esta historia me hace reflexionar sobre que a veces, el miedo, el temor, nos paraliza. Dejamos de hacer cosas que deberíamos haber hecho hace mucho tiempo.

No pasamos a la acción y por ello podemos perder oportunidades, podemos perder tiempo precioso, incluso podemos perder dinero, no emprendemos.

Y así como el hombre del carruaje, pasarán otros, que sí decidieron moverse y aprovechar las oportunidades que nosotros, por nuestra inmovilidad, las dejamos pasar.

Quiero que venzas esos miedos, esos temores que no te dejan avanzar y para eso es bueno saber que Dios nos ha dado varias palabras que debemos apropiarnos de ellas.

Josué 1:9 dice:

Josué 1:9

Salmo 23:4 dice:

Samo 23:4

Isaías 41:10 dice: 

Isaías 41:10

Así que te invito a orar, a pedirle al Señor que te libre de todo temor, de todo miedo. Te invito a hacer propias, a apropiarte de las promesas de Dios para que puedas avanzar sin miedo. Te invito a que le pidas a Dios que te ayude a determinar tus pasos, que Él sea tu guía, que puedas dar pasos firmes y seguros en fe.

La canción para hoy es...



sábado, 27 de junio de 2020

Un regalo de Dios




La fecha de entrega de notas o de calificaciones en los colegios o escuelas, es una de las fechas más temidas para algunos estudiantes, quienes se ponen temerosos ante la reacción de sus padres si, por casualidad, les ha ido mal en alguna materia.

Este es el caso de uno de ellos, situación que puede ser muy parecida al de muchos niños y jóvenes hoy por hoy.

Un padre, muy preocupado, pide cita con el coordinador académico de la escuela donde estudia su hijo.

- "Maestro, tengo un problema con mi hijo: me trajo las notas del colegio, una alta calificación en dibujo y una pésima calificación en matemáticas" dice el padre.

- "¿Qué harás?" le pregunta el maestro.

- "¡Lo pondré de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de matemáticas!" responde el padre.

- "¡Cómo se le ocurre, póngalo de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de dibujo! Desarrolle su talento. Todos servimos para algo pero no todos servimos para lo mismo." le contestó el maestro.

1 Corintios 7:7 dice:

1 Corintios 7:7


Esta palabra habla de que todos tenemos dones y/o talentos distintos, los cuales nos son dados por Dios al nacer. Por eso es normal ver cantantes, oradores, pintores, escultores, ingenieros, todos acorde con el don que Dios les dió, si tu no tienes buena voz nunca podrás cantar muy bien por más ejercicios vocales que hagas. (Solo lo podrás hacer en la ducha😀)

Pero, tal como dice el maestro de la historia, Dios también nos manda a desarrollar nuestro talento, a fortalecer ese don que nos regaló.

¿Alguna vez escuchaste (yo creo que sí) la parábola de los talentos en Mateo 25:14-30?

¿Recuerdas que Jesús asemeja el Reino de los Cielos a un hombre que al ausentarse llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda?

A uno le dió 5 talentos, al otro 2 y a otro 1 según su capacidad. Los dos primero siervos, lograron duplicar los talentos, pero el último, el que solo tenía un talento, lo enterró para no perderlo y poder devolverlo a su señor.

El señor al regresar pidió a sus siervos que le rindieran cuentas de sus talentos, a los dos primeros los premió por su capacidad pero al último le quitó lo que tenía y se lo dió al que más tenía.

Como puedes ver, Dios espera que todos nosotros desarrollemos nuestros talentos, que saquemos provecho de ellos, que los fortalezcamos, que los hagamos crecer.

¿Y tú, ya sabes que don o talento te regaló Dios al nacer? ¿Lo has desarrollado? ¿O estás dedicado a hacer otras cosas para las cuales el Señor no te creó?  

Pídele a Dios que te guíe, que te oriente, que te ayude a desarrollar ese don que Él te regaló, a explotar tu talento y multiplicarlo.

Hoy en el mundo también es normal ver mucha gente frustrada con lo que hace, con lo que trabaja, con su vida. Lo más seguro es que estén tomando clases particulares de matemáticas cuando debieran estar tomando clases particulares de dibujo.

Mi canción para que escuches hoy es:



viernes, 26 de junio de 2020

Aquí no vendemos padres...

Una joven pareja entró en el mejor comercio de juguetes de la ciudad. Ambos se entretuvieron mirando los juguetes alineados en las estanterías. Había de todo tipo. No llegaban a decidirse. Se les acercó una dependienta muy simpática.

- "Mira", le explicó la mujer. "Tenemos una niña muy pequeña, pero estamos casi todo el día fuera de casa y, a veces, hasta de noche."

- "Es una cría que apenas sonríe", continuó el hombre. "Quisiéramos comprarle algo que la hiciera feliz, algo que le diera alegría aún cuando estuviera sola"

- "Lo siento", sonrió la dependienta con gentileza. "Pero aquí no vendemos padres."

Cuántos niños y niñas han tenido que crecer sin la compañía y la guía de un padre o de una madre, y hasta quizás de ambos. 

Algunos, como la niña del cuento, porque sus padres no tienen tiempo y se la pasan trabajando, cambian la felicidad de su hija por dinero. Otros porque sus padres los abandonan; el papá la mayoría de veces, la mamá (muchas veces adolescente) porque necesita vivir su vida y su hijo(a) le demanda mucho tiempo y decide dejárselo a sus abuelos y así muchos casos más.

¿Qué sucede cuando estos niños crecen sin una figura paterna o materna, sin una familia, a  veces a la sombra de un pariente o un padrastro maltratador o abusador?

¿Qué sucede cuando las prioridades están volteadas, torcidas, equivocadas?

Los hijos que Dios nos da son parte de la bendición que Él nos concede, son una herencia del Señor. No son una carga económica, ni una presión sobre nosotros. Tenemos que amarlos y educarlos, enseñarles a ser buenos ciudadanos y hacerles partícipes de todas las cosas buenas que Dios nos ha dado.

Los hijos necesitan de sus padres, necesitan que estos los guíen, los amen,  los aleccionen, los instruyan y los disciplinen. 

Los niños cuyos padres se desentienden de ellos, aquellos a los que les falte dirección, o que les falte amor, normalmente cuando van creciendo se vuelven rebeldes e irrespetuosos.

Efesios 6:4 dice:

Efesios 6:4

Hoy es "normal" ver en la calle y escuchar en las noticias, jóvenes en la delincuencia, en las drogas, sin valores, faltos de disciplina. Algunos son "de casa", que llegan de provincia a estudiar en las universidades de las capitales del país, y en el primer fin de semana después de clases los ves en bares y discotecas, fumando yerba y embriagados. 

Jóvenes de 16 y 17 años que terminan borrachas y drogadas, cayendo en las manos de cualquier aprovechado que termina acostándose (abusando) con ellas.

Mientras sus padres, allá en su pueblo, creen que sus hijos están en buen camino, que por solo ser "juiciosos" están libres de cualquier tentación.

No pueden estar seguro de ello, sino les inculcaron valores y principios cristianos.

Como padre y madre pidele a Dios sabiduría para guiar y educar a tus hijos, corrígelos, disciplínalos, no dejes que caigan en la perdición.

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La canción para hoy, date el gusto de escucharla y cantarle a nuestro Señor.